Hay misterios que algunos lugares guardan en su historia para convertirse en únicos.
Plenitud inexplicable que se respira en su interior pero que se manifiesta en todos lados; porque vive en la gente.
Sensaciones que nacen en la cocina, se trasladan a las mesas y quedan grabadas en cada vida.
Y que se renuevan en cada visita, a través de sabores y aromas que nos transportan a momentos y lugares donde siempre somos felices.